El cultivo del café requiere una alta dosis de profesionalismo y dedicación en actividades como el manejo agronómico, la recolección y poscosecha. El perfil de taza del café colombiano, se da gracias a las variedades que se cultivan y también a otras prácticas como; un manejo integrado de arvenses, esquemas de fertilización adecuados a las necesidades del cultivo, un manejo de plagas y enfermedades eficiente y oportuno, para tener como resultado el mejor café del mundo. La calidad del café, se da desde el cultivo, se define en el beneficio y se refleja en la taza.